miércoles, octubre 13, 2004

¿Para quiénes trabajan los periodistas?

La filtración domina al medio

¿Hasta dónde llega la responsabilidad de un periodista para que la suspicacia, que revuelve los casos y motiva la desconfianza de las instituciones, sea menor y algunos temas se aclaren en el menor tiempo?

¿Cuánta responsabilidad tiene un periodista en un escándalo desatado por una filtración en la que hubo una nula investigación?

Hay casos legendarios de la filtración de datos hacia periodistas, quizás sea una exageración, pero en un 90% esas filtraciones tenían un motivo, una pretención, una conveniencia.

Hay una diminuta frontera entre el profesionalismo y la inocencia de los trabajadores de las noticias. ¿Quién piensa que si me dan un video o un audio comprometedor es por civismo?.

¿Es el periodista en este caso, un punto inevitable en el camino de la corrupción?, ¿hasta dónde llega el hambre de poder de la fuente y la del periodista que ganará la nota?.

Todos, quienes nos interesamos en la información conocemos el caso histórico denominado Watergate.


Carl Bernstein y Robert Woodward

Los reporteros Robert Woodward y Carl Bernstein del The Washington Post tuvieron como fuente a alguien a quien llamaron "Garganta profunda", de quien emanó la información vital para que se descubriera una red de golpeo hacia políticos opositores al presidente Richard Nixon, quien al verse descubierto, renunció.

Los periodistas nunca dieron a conocer el nombre de la fuente en los momentos más críticos. Había investigación, ni dudarlo.

El periodista que reconoce que se le está filtrando la información, no aparenta que realiza un trabajo profesional de investigación, sino que admite ante sus lectores, radioescuchas o televidentes, que puede estar siendo utilizado por alguien.

En México, se han repetido insistentemente las filtraciones de información que obviamente pretenden un golpeo.

A través de los medios hemos escuchado llamadas telefónicas de Raúl Salinas de Gortari, de Elba Esther Gordillo, visto videos íntimos de Almoloya y documentos, presuntamente confidenciales de la secretaría de Hacienda y dependencias estadounidenses, e incluso tarjetas informativas de instituciones de seguridad nacional.

A Pedro Ferriz de Con le filtraron un dato erróneo en 1995 sobre depósitos realizados por el entonces director de la revista Proceso, Julio Scherer, lo que llevó al ahora director de Imagen a pedir disculpas públicas. Otra filtración errónea con datos del Instituto Federal Electoral hizo caer en la equivocación a otro periodista de Proceso, Carlos Marín, hoy uno de los directores del diario Milenio.

El 23 de febrero, la oposición al liderazgo del Partido Verde Ecologista de México difundió a través del informativo de Carmen Aristegui y Javier Solórzano en canal 52 de Multivisión, el video donde se "chamaqueaba" a Jorge Emilio González Martínez, el "niño verde", quien realizaba una transacción ilegal que le dejaría una ganancia de 2 millones de dólares.

Posteriormente, el 1 de marzo, el periodista Joaquín López Dóriga dio a conocer los videos en los cuales se muestra al ex secretario de finanzas del gobierno del DF, Gustavo Ponce Meléndez jugando en el casino del hotel Bellagio de Las Vegas.

Casos diferentes, en el caso de Aristegui y Solórzano se evidenció la fuente y la razón, la contienda interna en el PVEM, en el segundo, una fuente desconocida hasta el momento usaron a López Dóriga para dar a conocer algo común en la burocracia mexicana, la corrupción, la vida ostentosa de un funcionario.

Un tercer caso que desató la crisis en el gobierno del DF, fue la entrega de otro video más, este del asambleista René Bejarano recibiendo miles de pesos entregados por el empresario Carlos Ahumada. La entrega fue un servicio tipo entrega de pizzas por parte del diputado panista Federico Döring, la historia la conocemos.

Ninguno de los tres casos fue una investigación, sino filtraciones con objetivos muy claros.


Ciro Gómez Leyva al presentar la filtración
de las llamadas entre perredistas

Pero hay más, en la edición de este martes 12 de octubre, la redacción del noticiario CNI Noticias recibió el aviso de existir unas grabaciones de funcionarios y legisladores perredistas en vísperas del escándalo protagonizado por los diputados del sol azteca en la Cámara de Diputados.

El subsecretario de gobierno capitalino Martí Batres admite los avisos de la asambleista Alejandra Barrales sobre una fiesta con un gran pastel, léase escándalo en la cámara con una pancarta gigante, y por otro lado, Bejarano le dice a su esposa, la diputada Dolores Padierna "no hay que ceder".


"Organicé una fiestas", dice Barrales al subsecretario
de gobierno capitalino Martí Batres

En todos los casos se está manejando a los periodistas a costa de información sacada de las cloacas del poder, y los periodistas lo dan como primicia para desatar escándalo tras escándalo, que en última instancia han tenido un fin muy claro, principalmente los que golpean al jefe de gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador.

¿Quién investiga si las llamadas fueron un trabajito de los panistas, que tienen en este momento los recursos, o los priistas que manejaron por años la información secreta y supieron mover sus orejas a diestra y siniestra?

Nuevamente la noticia es el escándalo desatado por la llamada, es más fácil para los medios soltarse sobre el dato de las llamadas, pero parece que a nadie le importa que México esté nuevemente en los tiempos de un gobierno absolutista que manea a su antojo los medios y los recursos de seguridad nacional.


No hay que ceder: Bejarano

La respuesta del secretario de Gobernación Santiago Creel sobre su rechazo a que el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) sea el protagonista del espionaje es un insulto, no solo para los periodistas sino para los cientos de miles de espectadores del caso. O qué, ¿lo iba a admitir?

En el último lustro los medios han sido el medio indicado para atacar desde el anonimato y por estos lados, los lectores, radioescuchas y televidentes, han sido testigos del lodazal filtrado en los noticiarios. ¿Han faltado los periodistas a uno de los recursos como es la investigación como para que los grandes golpes sean a través de filtraciones?.

Estos lodazales están encaminados, y a la fecha, causan un impacto indudable en la percepción que se tiene de las autoridades y los políticos. Estas filtraciones, al menos este año han dado en el blanco, o mejor dicho han dado en el amarillo y negro.

Imágenes tomadas del noticiario CNI Noticias de Canal 40

1 comentario:

Mauricio Angulo S. dijo...

Excelente artículo, JC. En estos tiempos el periodismo -no todo, pero si gran parte- ha perdido su capacidad de informar y se ha convertido en una herramienta de promoción. La mercadotécnia al servicio de la maldad, ¿eh?

Cada vez me resulta más difícil encontrar una fuente de noticias imparcial, y digerir y procesar toda la basura sensacionalista de los medios es un ejercicio agotador.