domingo, mayo 30, 2010

Lluvia de luces para McCartney

>> El cantante británico Paul McCartney emocionó a una multitud nostálgica y pasada por agua

Paul McCartney se presentó nuevamente en México e hizo vibrar a más de 50 mil personas que asistieron al Foro Sol por momentos fue un mar de nostalgia bajo la lluvia.
Unificados por Macca y el grupo The Beatles, extinto ya hace 40 años, fans de todas las edades comenzaron a llegar cinco horas antes, los mismos que levantaron el alarido alrededor de las 9:20 cuando el escenario se iluminó y apareció la ansiada estrella: Sir Paul McCartney.
Bajo una cúpula de luces, el músico británico lució un saco negro con motivos rojos, un tanto estilizado de aquel traje que usó para el disco Sargento Pimienta.
A un costado del escenario las dos redes que lucieron transparentes durante la tarde se encendieron para convertirse en dos impresionantes pantallas que reprodujeron cada movimiento del bajista.
“Hola México, estamos muy contentos de estar aquí...¡Hola chilangos!”, se aventuró Paul a pronunciar sus saludos en español entre la fiebre del público que, para empezar, escuchó dos viejos éxitos del solista: Venus And Mars/Rock y Jet.
Como fondo para McCartney una pantalla ilustró con imágenes cada nota que salió de sus manos y su voz, pero también las de: Paul “Wix” Wickens en los teclados, Abraham Laboriel en la batería y de las guitarras Rusty Anderson y Brian Ray.
Rusty Anderson y Paul en el arranque del show

El Foro Sol fue insuficiente para contener la emoción que desató All my loving’ que convirtió a todos los asistentes en Beatles. Cincuenta mil Beatles corearon y bailaron el legendario éxito. Las lágrimas no se hicieron esperar.
El “Up and Coming Tour” es una mezcla de éxitos de solista y de The Beatles, el Foro lo resiente, es un sube y baja, se apaga con Letting Go pero se reenciende con Drive My Car.
Tras tocar Highway se despojó del saco y quedó con el vestuario que usará en el resto del show: una camisa blanca y tirantes negros y una delgada corbata también negra.
Ya ‘cambiado’, toma una guitarra multicolor para Let Me Roll It con final de Foxy Lady de Hendrix, después se puso al piano para regalar The Long and Winding Road, entonces los mexicanos le volvieron a regalar algo que Paul disfruta, las miles de luces que se apagan y se encienden desde las manos de los fans. Se emociona y da las gracias.
Los fans y sus ocurrencias

Después vinieron Nineteen Hundred And Eighty Five’ y Let ‘Em In, también con fondo de luces.
Para anunciar My Love, McCartney dijo: “esta canción se la hice para Linda (su esposa fallecida), pero esta noche es para todos ustedes”.
El alarido vuelve a desatarse con las clásicas Beatle And I Love Her, Blackbird y Here Today, dedicada a John Lennon.
En ese momento sacó la mandolina para interpretar Dance Tonight, luego la cambió por una guitarra acústica para seguir con Mrs Vandebilt y la armónica Eleanor Rigby.
Hizo un homenaje a George Harrison con Something que interpretó como lo hiciera con Eric Clapton en 2003: iniciando con un ukulele y aplicando toda la fuerza de la banda en cosa de segundos.
Vino después Sing the Changes y con el bajo Hofner en sus manos puso a cantar a todos Band on the Run, tras ella pidió que le cantaran Ob-La-Di, Ob-La-Da. Y el público no se hizo esperar.
La noche nuevamete tuvo un toque sesentero cuando interpretó Back in the USSR., I’ve Got a Feeling y Paperback Writer, la cual acompañó con la guitarra que usó en la grabación de 1966.
Lennon ‘regresó’ a su lado cuando Paul cantó la fusión de A Day in the Life con Give Peace A Chance.
Nuevamente en el piano y con las primeras gotas de lluvia hizo evocar a miles Let It Be y el escenario estalló cuando tocó el turno de Live and Let Die, que fue motivo para que el show se encendiera con juegos pirotécnicos sincronizados a ritmo del tema utilizado para armonizar una película de James Bond.
Con Hey Jude vuelven los 50 mil Beatles, ahora pasados por agua, y Paul juguetea con los coros que todos se saben de memoria. Con esto el músico zurdo se despidió por primera vez para regresar, pasear las banderas mexicana y del Reino Unido y dar un final nostálgico con Day Tripper, Lady Madonna y Get Back.
Paul parece que no cambia, es el mismo Beatle de la azotea, es el Paul que trajo la misma fuerza y registros vocales impresionantes, el mismo Paul que hizo cantar a los mexicanos en 1993 en este mismo lugar e hizo vibrar al Palacio de los Deportes en 2002.
El viernes, los fans pudieron ver el concierto en pantallas gigantes fuera del Foro

Yesterday se escuchó entre llanto y lluvia, misma que se sacudió con ese ancestro de la música heavy llamado Helter Skelter.
Abajo y en gradas nadie se movió pese al aguacero, Paul y su banda comenzaban a tocar ya las notas finales de un concierto sorprendente que finalizó con Sgt. Pepper’s Lonely Hearts que entusiasmó a todo mundo. El “duelo de liras” del mismo Paul, Rusty y Brian fue un deleite para los rockeros.
Y en el final, Paul dicta una frase que hace vibrar al estadio: “And, in the end, the love you take, is equal to the love you make”.
El músico de 67 años finalizó entre un bullicio ensordecedor y con una promesa que ilusiona a miles cuando dijo: “hasta la próxima”.
El estadio quedó en un rumor de comentarios y por ratos se alcanzó a escuchar a decenas de fans insatisfechos que se retiraron tarareando las piezas que acababan de escuchar en voz de una leyenda.
"And in the end..."