lunes, diciembre 31, 2007

Feliz 2008 (o lo que es lo mismo ¡pasu mecha, cómo pasa el tiempo!)

Señores... hoy es 31... dejen fuera de casa los miedos, las paranoias, las neurosis, las esquizofrenias... es un nuevo periodo para asumir una etapa más... pongan sobre todas sus relaciones... la palabra clave de todo... tolerancia... (así evitarán guerras) y si las cosas terminaron mal en el 2007... bah... una reverencia... saluden al público que lo mejor que tenemos es una buena sonrisa...

Y

martes, diciembre 04, 2007

¿Inocentes o víctimas de sus actos?

Para nadie es secreto que los grandes eventos son presenciados por cualquiera que tenga el dinero para contratarlo, sean políticos, líderes del llamado crimen organizado o empresarios. Ellos siguen a los modelos de la TV y la música.

En cualquiera de los casos, siempre hay un amasiato cómplice donde ambas partes, contratante y contratado son seducidos, se jactan de la amistad del otro en los círculos inmediatos, pero ocultan los nexos en público.

En este caso, el artista es un farsante que dice no saber para quien trabaja. Difícilmente alguien con dos dedos de frente podría creer que no lo hacen para esos tipos de poderes.

Lo hizo Roberto Gómez Bolaños en Colombia para narcotraficantes, según la prensa, lo hizo Juan Gabriel para el PRI e indudablemente lo han hecho los cantantes de lo desagradablemente llamado "grupero".

Cuando el nexo es muy fuerte viene la desgracia.

Juan Gabriel tuvo suerte de aliarse con priistas, pero su imagen se tiñó tricolor y las venganzas políticas a través del fisco no se hicieron esperar.

Otros, han caído en la última de sus desgracias, la muerte.

Se recuerdan nombres famosos que cayeron a punta de balazos.

Le pasó a Víctor Iturbe "El Pirulí" en los ochentas. Le ocurrió a Paco Stanley en 1997 y desgranando desgracias llegó el nuevo siglo con personajes como Trigo Figueroa, Valentín Elizalde y el caso de Sergio Gómez del grupo K-Paz de la Sierra.

Lo que es cierto, es que figuras de este tipo, sin pretender menospreciar, alcanzan una popularidad que no pueden controlar y se suma una escasa formación académica. La alianza con el poder los desborda y la seducción se vuelve un idilio tormentoso.

La escasa formación se muestra en los nombres rimbombantes sin base alguna "Tigres del Norte" (será el norte de la India), "Los Yonic's" (con el apóstrofe innecesario), K-páz (con el acento inconcebible) o el caso lamentablemente sorprendente de un nombre como "Horóscopos de Durango" (imposible parodiar sobre algo que nació parodiado).

Hoy, cualquier persona que aprenda el do-re-mi de la escala musical y que tenga el oído suficiente para copiar armonías y voz para cantar, se vuelve "artista" y "famoso". Un ritmo pegajoso, un nombre presuntamente creativo (basta ver la estupidez de convertir la palabra Rebelde por RBD) son garantía ante un público poco exigente, pero, las cosas terminan mal cuando estos artistas se ligan a un poder del tipo que sea.

Pero, regresando al caso de las tragedias, en el caso de las muertes violentas, ya dentro del ambiente de cantantes y otras figuras de la TV, no son un asunto de delincuencia organizada.

Más bien, se trata de un mal manejo de ese amasiato entre famosos y líderes de sectores. No se trata de un asunto de seguridad como se quiso hacer pensar cuando la muerte de Stanley, sino de casos aislados, son historias con una trama donde hubo algún tipo de traición que culminó en desgracia.

Ahora, con el caso de K-Paz, ahora que la muerte nuevamente toca a la puerta, las autoridades tienen una oportunidad más para demostrar que efectivamente se trató de una agresión injustificada, o si son capaces de revelar nexos riesgosos de las víctimas con sus agresores.

El peor de los escenarios es que las personas, que siendo modelos, porque incluso así se hacen llamar como Carmen Campuzano o Fabián Lavalle, que distraen espacios en periódicos y noticiarios, mantengan un status de inocencia siendo culpables cuando sus actos son a todas luces, los mismos que comete una persona sin fama o un delincuente cualquiera.

(*O alguno recuerda el resultado de aquel presunto caso ocurrido al cantante Lupillo Rivera el 11 de diciembre del 2006, que supuestamente sufrió un intento de asalto en Guadalajara con un reporte de 7 balazos... qué fue aquello, ¿un tipo de atentado o simple uso de los medios para inflar una figura de mediana talla?... ahí queda de tarea)