miércoles, marzo 26, 2008

Neil Aspinall, el otro quinto beatle

La era post beatle no se entendería por quien fuera el chofer del grupo

Los Beatles son un conglomerado de personas. Son más de cuatro indudablemente, y aun faltando los cuatro fundamentales, The Beatles seguirán siendo muchísimas personas.
Sin embargo, para una historia tan particular como la del grupo que revolucionó la música popular del mundo, es preciso señalar a los bastiones de una empresa del tamaño de The Beatles.

Para quienes van más allá de la historia de cuatro chicos que se reunieron en Liverpool, reconocen en Neil Aspinal una pieza fundamental, antes y después de la separación del grupo. Y desde este punto de vista The Beatles ya no es un conglomerado tan grande, sino sólo cuatro músicos y un compacto y selecto número de personajes que giran alrededor de la historia.

Con la muerte de Neil Aspinal, informada a nivel global el lunes 24, se muere una parte importante del cuarteto. De Tocho lo lamenta y lo sabe como un beatlemaniaco mesurado.

Calificado por algunos medios, vagamente como el "quinto Beatle", Aspinal es responsable directo de la permanencia de The Beatles en los medios, pero más allá, el británico fue uno de los protagonistas de la historia de los también llamados "escarabajos".

Pieza infaltable de la empresa Apple Corps. (como que fue su manager por años), Aspinall se volvió un personaje que armó y dio al mundo ese documental invaluable para todo fan beatlemaniaco o curiosos que quieran ahondarse un poco en el grupo.

Si bien empezó como chofer y carga instrumentos, a Aspinall le tocó vivir la parte dura del crecimiento de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr.
Tuvo en sus manos, en forma constante, la vida de los cuatro, yendo y viniendo de Liverpool a Londres, y a cualquier otro recorrido donde se tuvieran que presentar a tocar aquellos temas de la historia base del cuarteto. Pero más allá, había conocido a dos de sus piezas en su etapa pre-beatle. A Paul y a George los había conocido en en el Liverpool Institute.

Aspinall vio ese largo y sinuoso recorrido por la campiña inglesa, atestiguó las grabaciones, la idolatría local en el puerto de Liverpool y se topó de frente con otros "quintos beatles" como Brian Epstein, a la larga descubridor de Los Beatles y a George Martin, explotador indiscutible de los músicos británicos desde la consola.

Poco a poco fue cayendo mayor responsabilidad beatle sobre los hombros de Aspinall hasta que tuvo en sus manos Apple Corps., la empresa que soportó las borracheras y talento, los defectos y virtudes de Lennon, McCartney, Harrison y Starr y todas sus pasiones.

Fue Aspinall quien tuvo que lidiar con contadores y negociadores los derechos generados por la monstruosa empresa que hoy da de comer aun a cientos de personas en el mercado legal e ilegal.

A Aspinall se le debe ese legado de antologías, tanto en libro como en la serie de televisión de seis horas que se transmitió al mundo entero en 1996 y que hoy sólo se ve en DVD, en la cual, como la historia de los ganadores, sólo se conocen las versiones de los protagonistas. Es suficiente.
El legado de Aspinall con derechos reservados

Ya sin Aspinall, el legado sigue en marcha con muchos pendientes. Liberadas casi todas las películas en forma oficial, excepto el documental de 1969 Let it be, aun hay kilómetros de cinta por conocer del grupo, están los derechos de la música y esas restricciones dramáticas que ha impuesto Apple Corps. al material beatle.

Vale decir que el materia de Los Beatles han sido reservado para la tecnología. Fue uno de los últimos grupos en digitalizar su material, hasta apenas un par de años no tenían página de internet y es la fecha en que nada del grupo puede adquirirse en forma legal en internet. Aspinall tiene mucha culpa de volver ese material inalcanzable y darle categoría de legendario.

Los otros "quintos beatles"

Stuart Sutcliffe.- Primer 'bajista' del grupo. Falleció en 1962 a los 21 años. Renunció a Los Beatles para quedarse a vivir en Hamburgo, Alemania.










Tony Sheridan.- Guitarrista. En Hamburgo invitó a tocar a los jóvenes Beatles en 1961. Realizó grabaciones que sigue explotando entre la beatlemanía.









Pete Best.- Primer baterista del grupo. Fue sustituido por Ringo Starr en 1962. Salió del grupo y más tarde los otros beatles considerarían haber sido "duros" con él.









Brian Epstein.- Descubridor del grupo en Liverpool. Promotor y pieza
fundamental del éxito beatle hasta su muerte en 1967.










George Martin.- Músico e ingeniero de sonido. Exceptuando Let it be, produjo todos los discos de Los Beatles para la discográfica EMI.










Murray Kaufman o Murray The K.- Locutor estadounidense. Se autodesignó como "el quinto Beatle" en los tiempos que el grupo viajó a EU. Tuvo contacto en Nueva York con el cuerteto para sus radioescuchas.









Jimmy Nicol.- En plena beatlemanía, Nichols sustituyo a Ringo Starr para una gira por Australia en 1964.









Billy Preston.- Tecladista estadunidense nacido en Houston. Trabajó para piezas clásicas de los discos discos Let it be y Abbey Road. Murió en 2006.








Eric Clapton.- Grabó el "solo" de guitarra memorable en la pieza While my guitar gently weeps en el disco The White Album. Fue invitado por George Harrison







George Best.- Goleador del equipo Manchester United. Fue conocido como "el quinto beatle" por usar el cabello largo.










Artículo publicado en El Mundo de Córdoba el 26 de marzo de 2008

viernes, marzo 21, 2008

El costo de la nostalgia

No es nuevo... ni será nuevo...

Lucrar con la nostalgia es algo que se está, paradójicamente, consolidandose como una moda constante.

En menos de una década, los hoy adultos, tienen un punto débil como consumidores. Su memoria.
Manuel "El Loco" Valdez... en plena onda retro aprovechada por la empresa Pepsico

A raíz de la evolución de los medios y las formas de transmitir y conservar datos, el adulto que vive entre los 25 y los 40 años, que tiene poder adquisitivo y en su mayoría, que vive en áreas urbanas tiene un sinfin de posibilidades para comprar productos y servicios que tienen que ver con sus antecedentes de esparcimiento.

Siendo de una generación que tuvo como diversión la imagen y el sonido, estos consumidores, entre los que se encuentra De Tocho, tienen un mar de opciones para decir "esta era música, estos eran programas, estas eran películas" hasta un "estos eran refrescos", siempre con un costo módico.

Y es que la nostalgia siempre vende. El humano, poniéndole como nombre cultura, la ha explotado siempre, es una imperiosa necesidad de acumula información sea en bibliotecas o museos, trasladada hoy en diminutos dispositivos electrónicos, donde materialmente se acumula la vida de una persona.

Aquí es donde De Tocho, siempre bullanguero y tropical pega un brinco y recuerda esos halagos al visionario Steve Jobs, que con su iPod vende más que un producto, un concepto total de memoria, una verdadera extensión del cerebro y las emociones que de él emanan. Ahí está el soundtrack de vida del usuario, sus mejores imágenes, sus videovivencias, sus notas y por consecuencia todos los sentimientos que puedan generarle.
Imágenes y emociones, en un aparato con capacidad para 30 gigas

Lo saben la TV, las productoras de programas, disqueras y por supuesto, los piratas que siempre van un paso adelante.

No son gratuitos (literalmente) los conceptos como Retro, TCM, TeleNovela y Clásico TV. En el caso de México llegaron tardísimo cuando empresas como Televisa, teniendo un impresionante acervo sólo daba probaditas a deshoras en sus canales abiertos.

El caso de Clásico TV.

Como buen Televidente De Tocho agradece conceptos como este. No fue nada extraño ver que podía perder horas viendo una programación añeja, en algunos casos con una calidad que se extraña y en algunos otros bastaba con la nostalgia para prescindir de los buenos guiones.

Clásico TV nos remite a las detalladas caracterizaciones de Enrique Cuenca y Eduardo Manzano en sus personajes de Los Polivoces, que no habrían sido lo mismo sin los guiones de Mauricio Kleiff y las improvisaciones de los protagonistas, a otros programas con textos de Antonio Ferrer y producciones de Humberto Navarro. De ahí se rescatan las actuaciones de Pepe Gálvez, Silvia Pinal y lejos de los 35 milímetros las participaciones de Fernando Soto "Mantequilla" y Armando Soto "El Chicote".

Por sobre las cosas buenas, el canal también reproduce verdaderas estupideces de la televisión, pero que a la distancia no dejan de parecer únicas, ahí están programados los mejores intentos de Capulina para hacer reir, que siempre fueron malos... la ingenuidad de Cepillín que hoy sería la burla de cualquier niño con su mail a la mano y decenas de agrupaciones anti discriminación se le irían a la yugular a Enrique Guzmán por parodiar deficiencias mentales con el argumento de un guion cómico.

Se salvan otras, y con razón. Difícil encontrar documentos donde los hermanos Junco disputen un espacio de humor con Héctor Suárez en la malísima "Los jovenazos", difícil hallar entre la piratería un serial donde Silvia Pinal canta con el mismo Enrique en El Show de Silvia y Enrique (donde los adoradores de la radio de oro verán actuar a Pedro de Aguillón y a Omar Jasso "El mocosón"), difícil hallar también a un Emilio Brillas en "El rabo verde", al Comanche... a Manolo Muñoz en un duelo de canciones con Juan Penas y a esa tripleta humorística que a 40 años sigue pareciendo una fresca ensalada como lo fueron Alejandro Suárez (con su show independiente), Héctor Lechuga (también con su Detective de hotel) y a Manuel Valdez (con un desquiciado Show del Loco)...

Queda para los nostálgicos el saber que, esa sensación, vale la pena, pero cuesta al facturarse a su sistema de cable.

Por cierto, De Tocho ya probó la Pepsi Retro, y sabe a Coca.

viernes, marzo 14, 2008

Change the world

"Si pudiera alcanzar las estrellas, tomaría una para ti"...

¡¿Quiobo?!...

De Tocho, bullanguero, tropical y siempre en pro de las causas justas se dio un chapuzón interno y descubrió que, pese a depresiones y temores de que un meteorito le caiga en la cabeza, tiene el ánimo para esta pieza de Eric "Manolenta" Clapton.

Deseoso de compartir su ánimo, y que igual saldría nomás para cambiar rutinas como Krusty el Payaso a visitar Tijuana, queda esta pieza con todas sus verdades y poesía, con rimas y compases...

De paso, queda patente que la forma es lo de menos cuando el fondo tiene valor. El genio no necesita traje, ni corbatita, ni sombreritos, el genio es genio con su camisa de manga corta sobre una silla.

Con ustedes: Eric Clapton en la guitarra principal, Andy Fairweather Low en las cuerdas de apoyo, Nathan East en el bajo, la leyenda de las batacas Steve Gadd, David Sancious al piano y, ¡sopas! Billy Preston causando escalofríos con su imagen nostálgica en ese inconfundible órgano Hammond en una pieza de Gordon Kennedy, Wayne Kirkpatrick y Tommy Sims, Change the world.

Provecho:



¿Eh?... lo que hace una guitarrita y unos cuates.

lunes, marzo 10, 2008

Más abajo, no se puede...

Mis compañeros de deportes pusieron un titular dramático, cierto y demoledor: "Más abajo, no se puede"...

Con todo lo que implica, es triste ver que un equipo que le da muchas sonrisas a la fanaticada hoy le de vergüenza... pero, con toda razón, es que más abajo no se puede...

Si la empresa dueña del América quiere levantarlo, es muy fácil, pero el caso es que las empresas futboleras, no acostumbran a pensar en la afición... piensan en las ganacias... y quizás, el América tenga muy buenas ventas de playeras o de otro tipo de merchandise...

El caso es que uno no puede dejar de pensar en las glorias cuando ve a su equipo en los suelos.

Y recuerda los Zeladas, los Tena, los Manzo, los Vinicios, los Trejo, los Santos, los Brailowsky (aquel que portaba el número 23), los Aguirre, los Vieyra o los Zurdos López...

¿Dónde andan?

Desde el sótano de la lista, y para beneplácito de cruzazulinos, chivas y pumas, desde este lugar oscuro y frío, De Tocho los saluda orgullosamente al grito de "¡¡¡América y ya!!!"...

Y si más abajo ya no se puede, lo que venga, seguramente nos hará sonreir...