martes, septiembre 16, 2008

Tijuana y Ensenada

Como si fueran los créditos de una película, a continuación enlisto a un grupo personas a quienes debo un agradecimiento personal.

Por orden de aparición, mil gracias por sus atenciones a:
  • Vivi Rodríguez (*)
  • "El Güero" Rodríguez (muy bien portado, saludos a tu familia de la Chevrolet)
  • Edna Casas (*)
  • Carla Casas (*)
  • Alicia Aguilar (te debemos un favor enorme)
  • Betty Cabuto (gracias por la recepción)
  • Arturo Morales (entrado en confianzas, ¡gracias compadre!)
  • Mary Ortiz (un pastel de 10)
  • Daniel Solórzano (ya me pondré al nivel con el doble sentido)
  • Carlos Santos (Aprendí más de las parrilladas)
  • Carmen Parra - Mami Lala (Gracias por Vivi)
  • Irma Rodríguez (la confianza es un gran apoyo y ¿qué tal me quedó el guacamole?)
  • Blanca Rodríguez (La charla es interminable)
  • Jéssica Guevara (Qué bebé el tuyo)
  • Leornardo (Niño, da las gracias)
  • Julieta Santos (siempre supe que no eras Paulina)
  • Paulina Santos (siempre supe que no eras Julieta)
  • Ricardo Santos (insisto, arriba el América y el rock)
  • Ramón Rodríguez (el pan, te lo debemos)
  • Marcos Vega (yo que creí que las Mac eran invulnerables... lo que se aprende)
  • Norma (tenemos una reunión pendiente)
(*) Particularmente Edna, gracias por la tolerancia, la apertura, la oportunidad para conocerte y las lunetas para el pastel; Carla, gracias por las sonrisas, las fotos y los nuevos juegos que inventas cada media hora; ... Vivi... gracias por tus manos (muy particularmente al dedo anular de la izquierda)... gracias por los sueños, gracias por la realidad, gracias por todo...
Un detalle de la ciudad fronteriza tomada desde "El Güero". (Foto: Carla Casas)

miércoles, septiembre 10, 2008

¿Y si se acaba el mundo?...

Un niño que presuma su infancia debe contar entre sus experiencia, el ser crédulo.

De Tocho, como buen niño crédulo, creyó en los ovnis, en las conspiraciones, en el fin del mundo a la vuelta de la esquina, en un intercambio nuclear masivo, creyó que el 2000 era un línea que separaba la llegada de algo monumental bajado del cielo, incluso, creyó que a los 18 sería adulto (y al llegar la fecha mamá nos despertó con esta frase "qué adulto ni que la chingada").

Ahora, sin tanta credulidad y con menos infancia, ve con simpatía la información alarmista de que un experimento de física terminará con el planeta.

En Suiza, y rompiendo fronteras, un enorme tunel (el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) se ha convertido en el blanco de los temerosos. Un grupo de científicos (del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear-CERN, por sus siglas en francés) pretende hacer chocar dos protones para simular y sondear lo acontecido en una fracción del primer segundo de vida del Cosmos.
Ilustración de cómo tocaríamos El Manicero mientras tomamos rumbo dentro de un agujero negro

Sin duda, los inumerables aparatos que detectarán esa chispa a nivel microscópico, arrojarán cientos de datos sobre el impacto, resultados que les servirán para "sepa la cosa".

El caso es que se divertirán mucho mientras afuera, cientos de personas temen que la colisión de partículas subatómicas generen un agujero negro y comience la destrucción del planeta, el sistema solar y otros cuerpos celestes que nos rodean (cosa que ya no veríamos ni podríamos reportar en vivo y a todo color).
El temible tunel de LHC

No... esta vez no. Ya de temores De Tocho pasa de largo, ya no cree en la venganza divina, el coco o Michael Jackson (Bart vende a su alma).

La destrucción del mundo, como ex niño crédulo, que por ahora sólo teme a los meteoritos que caen en la cabeza, ya no preocupa, sin embargo, por si las dudas, deja un miedito guardado ante la posibilidad de que, el choque de protones abra una puerta en el espacio que nos lleve a toda la humanidad a conocer otra dimensión.

Por si son peras o son manzanas, mientras llega el fin del mundo... ¿yo?... ¡yo me voy pa' Tijuana!
Aeropuerto Abelardo L. Rodríguez en Tijuana. (Foto: Vivi)