jueves, julio 19, 2007

Boogie está triste

Por años compré la revista Proceso para leerla, como digo "como se debe", siempre dejando lo mejor para lo último. Y por años, lo último de la edición, era una tira cómica que pese a ser un poco oscura, tenía un humor descaradamente lúgubre que siempre giraba alrededor de una tragedia, la violencia o la muerte: "Boogie el aceitoso".

Pero, por qué Boogie debería estar triste, porque su creador, Roberto Fontanarrosa murió, y De Tocho también se entristece con ello.

No hay peor cosa que la muerte de un humorista (bueno sí algo algo peor, morirse 'uno mismo' siendo humorista), por malo que sea, si me tocara un poco de ese poder "divino" que dicen que existe, la sola intención de hacer reír basta para ganarse el cielo, y con ello, ya Fontanarrosa estaría en el cielo utópico de De Tocho.

¿Cuántas veces habré olvidado "lo malo" riendo o reflexionando un chiste de Fontanarrosa?

¿Cuántas veces le di la razón a Boogie por un manotazo o un balazo?

¿Cuánto lamenté, que en tiempos "antes de web", Proceso dejara de publicar a Boogie?

El día que descubrí el libro "Fontanarrosa y los médicos", fue imposible no comprarlo, fue imposible no doblarme de la risa por impactos humorísticos como aquel del rechazo del corazón... como el del médico extranjero.
Cuántas veces seguiré riendo con las gracejadas de Les Luthiers, a quienes Fontanarrosa apoyaba con su humor. Apoya.

Es otro héroe que se va, diría mi amigo Alex, "se te están muriendo los héroes" me lo advirtió un día. Y tiene razón.

Boogie tendrá que meter las manos a su gabardina y hacer a un lado su arma para lamentar por unos minutos la muerte del "Negro" Fontanarrosa, y después desaparecer para siempre.

jueves, julio 05, 2007

Un touch down para Pepe Espinosa


Fue un balde de agua fría escuchar que me dijeron sin énfasis alguno: "se murió José Espinosa".

Y aunque la reacción fue de asombro, no había muchas dudas sobre el Pepe Espinosa que tengo como única referencia.

Era lógico, el hombre que nos entretuvo con el análisis acertado durante tantos supertazones, el hombre que puso sabor y distinción a las transmisiones de los juegos de la NBA en los 80s, el hombre que simplemente fue desplazado de TV Azteca por el deterioro de su salud y el narrador de Fox Sports que cada vez tenía menos apariciones a cuadro, había muerto.

El messenger fue una buena sala de condolencias y recuerdos. Pocas veces De Tocho tiene necesidad de compartir opiniones sobre la frialdad del msn.

Además de ser un voz autorizada para la transmisión del atletismo, por su conocimiento en medicina deportiva, Pepe Espinosa dejó marcada a toda una generación que vio las primeras imágenes del basquetbol mágico de los gringos.

No es fácil olvidar la tripleta que formó con Enrique Garay y Constancio Córdova en aquellos agarrones entre Lakers y Celtics. Como olvidar la emoción que transmitían con Larry Bird y "Magic" Johnson en aquellos juegos.

Tampoco es fácil olvidar las emociones que Espinosa hizo patente en los juegos dominicales de la NFL. Aquellos juegos que De Tocho veía por morbo porque quería ver perder a Cowboys y la esperanza de que Pittsburg fuera transmitido aunque fuera por azar por la entonces Imevisión, que tenía mejor cuadro de narradores ante la salida de Fernando Von Rossum.

Mucho menos es fácil olvidar lo poco o mucho que se aprendió en sus cápsulas de En Tienda y Trastienda, donde Espinosa compartía su conocimiento con Ausencio Cruz y Víctor Trujillo.

Cuántas horas viendo basquet, americano y olímpicos quedaron en el "caché" de De Tocho.

Se fue José Roberto Espinosa, el buen "Homero Adams" de los deportes, vencido por el cáncer a los 59 años de edad.

Va un touch down para Espinosa, va una canasta de tres puntos por su aportación a la televisión mexicana, va un récord roto en memoria de esta voz autorizada que se va para siempre de la transmisión deportiva.

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Lo que me parece vergonzoso es que, en el noticiario estelar de TV Azteca, sólo pasaran una esquela de un minuto con un moño negro y un aplastado nombre de fondo.

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Reacción de José Ramón Fernández