jueves, mayo 19, 2011

¿Y si se acaba el mundo?... II Parte

Y entonces... mañana se acaba el mundo... mmmh... bueno...
Dice mi mamá que el mundo se acaba con la muerte... y yo estoy de acuerdo con ella y no con el paranoico de Harold Camping.

A propósito del fin del mundo, anunciado para este 21 de mayo, es bueno retomar las palabras dichas (o tecleadas) por Stephen Hawking, que al final de la vida, se baja la cortina, se desactiva el circuito, se apaga el switch, se cuelgan los tenis, se estira la pata, se petatea o se canta El Manicero... así de simple... bueno, Hawking no dijo todo eso...

La crueldad de las palabras de Hawking, lamentablemente para muchos, tienen una verdad inevitable pese a ese cuento de hadas que el mismo físico-matemático de Cambridge criticó.

Como dirían en la tortillería: no hay más allá...

Por años, la reflexión infantil de: "bueno, y cuando me muera voy a encontrar a mi abuelito de niño, joven o viejito", me dio vueltas en la cabeza, luego, ya de unos 25, pensé en la tía fallecida apenas a los 23, cuando yo tenía 3 años: "y cuando vea a la tía Carlota 'en el cielo' ¿voy a ser mayor que ella? ¿cómo me va a identificar si sólo me vio de adulto?". Fue un 'tormento' en vida.

La Iglesia, que se apoya en estas fantasías para mantener adeptos, lamentablemente ha fomentado ideas románticas, muy bonitas, es cierto, pero no sé bien qué utilidad tienen (bueno, sí, control para mantener adeptos).

¿Cómo sería una sociedad práctica que no pierde el tiempo en reflexiones fantásticas? ¿Cómo sería la sociedad que no espera un bienestar final después de la muerte sino que se dedicara al bienestar en su vidad? ¿Habría menos malos esperando el perdón eterno?

Los cristianos, particularmente, piensan en el paraíso y que ahí se va a disfrutar del descanso eterno. Obvio que yo creo, que todo el bienestar que se logre, se debe hacer aquí y ahora, que no hay otra oportunidad.

Todas las manifestaciones de bienestar, el arte, la belleza, el amor, "lo bueno", se tienen en esta vida, no hay otra cuando el botón haga clic, si se va a transmitir algo "bueno" a otras generaciones, hay que hacerlo ya (Por lógica, todos los gritos, enojos, "lo malo", deben evitarse).

Por eso, en parte, no me preocupa que se acabe el mundo el 21 de mayo como dicen esos terroristas apocalípticos (como Camping) que traen a millones tronándose los dedos (aunque mantengo el temor justificado de la caída de meteoritos en la cabeza).

Por si las dudas, le diré a mi esposa que preparemos maletas, porque si se acaba el mundo, nos vamos pa' Tijuana.

PD: Qué post tan obvio, innecesario y caótico.

¿Y si se acaba el mundo?... I Parte

lunes, mayo 09, 2011

La paranoia en tiempos de la semifinal

Desde pequeño (no hace mucho), siempre tuve una confusión razonable: cuál era con precisión el gentilicio en nuestro país vecino del Norte.

Podía ser estadounidenses, pero, oficialmente, los mexicanos también lo serían por pertenecer a los Estados Unidos Mexicanos; podían ser norteamericanos, pero, aquí cabrían también mexicanos y canadienses o; quizás serían americanos, no, tampoco, americanos son todos los habitantes del continente.

El caso es que allá no se complican, para ellos mismos, los Estados Unidos de América son simplemente America y llaman al continente The Americas, y esta razón puso a temblar en Twitter a más de uno... o miles.

¿Cómo, el festejo de miles de antiamericanistas en Twitter, los llevó a la paranoia? Por un simple hashtag o etiqueta llamada #adiosamerica, con el que los antifans del cuadro de Coapa se dieron vuelo descargando su alegría por ver al equipo de amores y odios caer ante Morelia y quedar fuera de la semifinal.

'Haiga cosa', vaya que el miedo corrió pronto hasta convertirse tema de tendencia o trending topic como comúnmente se llama (TT).

Aunque no está verificado el dato de que esto haya sido producto del temor en toda la unión americana, la CIA, el Pentágono o la Casa Blanca, los muchos "guatafoc" o "WTF" (tampoco podría verificarse el número) evidenciaron que si tu país se mete en otras naciones para matar gente con la excusa de la seguridad doméstica y argumentando terrorismo, es posible que vivas con miedo permanente, tanto que, por una burla a terceros harás el ridículo.

Y más, te rematarán con otra etiqueta que dirá #gringospendejos y que se hará tan popular como #twitterosmexicanos, los mismos que desataron la burla contra un ineficiente equipo de soccer.