viernes, junio 26, 2009

Michael Jackson, un fenómeno

En 1983 compré un disco del que todos hablaban. La radio repetía las piezas Billie Jean y Beat it para gusto de todos nosotros, una reunión sin ellas era nada y aun no llegaba el gran impacto en promoción de ese disco: Thriller de Michael Jackson.

El cantante se montaba en una burbuja mayor luego de haber tenido éxitos como sólo y con sus hermanos The Jackson Five como Can you feel it y Don't Stop T'il You Get Enough.

En jeans, una Chemise Lacoste y tenis Adidas, este su globbero de confianza, veía como un tesoro ese disco que había comprado en una tienda de la avenida Heriberto Kehoe Vincent por unos 83 pesos, de aquellos que dejaba la devaluación causada por el gobierno priista.

Jackson estaba lejos de este 25 de junio, lejos estaba de la polémica del color y la pederastia, lejos de su condición sexual, lejos de la transformación de los medios.

El disco resultó una joya producida por Quincy Jones, dentro, Jackson, negro, pero vestido de blanco tenía un toque del video de Billie Jean con un pequeño cachorro de tigre. La imagen era impactante para los conceptos de diseños para discos de la época.
Enfundando un disco Epic con el círculo en gris oscuro estaba un gran sobre blanco con todas las letras de las canciones ilustrada por una caricatura de Jackson y Paul McCartney disputándose a una mujer en referencia al tema The Girl is Mine.


Era una revolución que empezaba y yo, participando en la compra de las más de 8 mil millones de copias de ese LP (en ese momento) y un trío de posters que evidenciaban una admiración que no avergonzaba para ese tiempo.

Qué tiempos. La fortaleza de la obra impactó a una generación además de que vistió las características de una década que tenía la esencia de ese disco, entre dulzón y violento, entre pop y roquero, entre blanco y negro.

El long play, de tanto escucharse en un aparato Stenius, se rayó, primero Wanna be Starting Something y después Beat it. Nada fue igual para los pubertos de esa época que vistieron mocasines y calcetines blancos con más frecuencia (aunque un servidor ya usaba los calcetines blancos nomás por puro gusto)...

Apenas pasaba 1985 cuando volvió a darle vuelta a la tuerca con We are the World y los afanes altruista por salvar Africa de la hambruna.

Marginado, México bailó infinidad de veces a Jackson aunque fue marginado hasta 1993 cuando hizo bailar a miles en sus cinco conciertos del Estadio Azteca.

Después Michael ya no fue igual, ya no fue lo mismo. Violentó su imagen por todos lados, se ató a cadenas y metales, hizo de la imagen candorosa del negrito una especie de rebelde desubicado que se apoyaba en grafitis y llamaba a lo peligroso, a lo agresivo, cantó en español, se destiñó, se alació, renunció a sus rasgos, se volvió deshonesto a su naturaleza, los medios se multiplicaron y la fama lo llevó a los tribunales por su gusto por los niños. Desapareció para muchos hasta que volvió a ser tema, ahora muerto, digno tema para la nostalgia por el artista. Me quedo con Thriller y hoy, los calcetines blancos, sí me los puse en honor a Michael.

El fenómeno

Fue curioso el fenómeno desatado por la noticia de la muerte de Michael Jackson.

La noticia creció "tradicionalmente", siendo rumor hasta saberse confirmada por medios de fuerza. La nota no fue "un hecho" hasta que lo soltó el diario Los Angeles Times, se confirmó por el síndrome CNN. Nadie daba por hecho la noticia mientras la mantuvo TMZ.com.

En Twitter como lo será, se mantuvo esa tensión entre oportunidad y veracidad, nadie pudo confirmarlo sino hasta que el Times angelino lo confirmó. Se reflejó ese respeto por los medios "serios" y se marginó al "frívolo" TMZ.

La agilidad fue increíble. Los análisis y "zopilotes" inmediatos surgieron a la velocidad de una búsqueda de Google. Repentinamente había fotogalerías, líneas de tiempo, biografías y un saco enorme de notas históricas. El Universal rescató una vieja foto de Jackson con Carlos Salinas, Reforma revivió sus conciertos.

La nota de Jackson puso a la noticia en otro nivel, el nivel de la efervescencia, y así como llegó, se fue, un día después, el hartazgo por Michael Jackson se evidenció, la espuma había bajado, los comentarios se redujeron, a pocos interesó el seguimiento, el fenómeno estaba dado. Internet despierta un interés inmediato y el olvido llega con esa misma velocidad, la necesidad informativa es mucha más que antes, hoy el usuario web necesitaba un tema nuevo, quizás la autopsia de Jackson o cualquier otra cosa con morbo, más fotos de Jackson desvanecido o algún otro muerto más importante.

Recordé el caso de la muerte de John Lennon. La efervescencia duró meses. La información, obvio, llegaba por un canal de televisión y nada más... estábamos a merced de los responsables de la TV, de la fuerza de los impresos que validaran lentamente la nota como lo hizo el LA Times de forma inmediata o de los editores de las revistas que llegarían un mes después. La nota de Lennon tuvo otras oportunidades en otro tiempo.

Algo está cambiando en el cerebro de los usuarios de internet que ya la nota espectacular no basta, se necesita más, más... la web se volvió en este sentido, el opio, sustituyendo lo que en otro tiempo fue la religión. Internet se está volviendo Dios.

miércoles, junio 24, 2009

Los enanos

Hoy fue un día interesante para medir el tamaño del futbo mexicano...

Mientras Estados Unidos se medía con el campeón de Europa por el boleto para la final para la Copa Confederaciones, México se preparaba para lidiar con la selección de la beisbolera Venezuela en un juego amistoso y a punto de cobrar miles de dólares para jugar en Atlanta, Estados Unidos...

Con esto, México se pone en su lugar preciso en cuanto al futbol... abajo de los Estados Unidos... como en el mapa...

Pero hay varias razones para ubicarlos ahí. Mientras en Estados Unidos las agrupaciones futboleras se comprometieron con el deporte de las patadas y a "explotar" al futbolista hasta volverlo de calidad, acá pusieron las cosas a la mexicana, comprometiéndose con empresas y explotando a los aficionados...

Pensaba en un artículo de Carlos Ramírez sobre el "voto en blanco" para el futbol a propósito de la derrota de la Selección Mexicana frente a El Salvador.

Decía: "Ahora que la sociedad mexicana quiere tomar el control de su entorno político y social, el voto en blanco-abstención-nulo debe trasladarse a la selección mexicana de futbol. El fracaso en El Salvador debería llevar a un boicot popular de estadio vacío hoy en el Azteca para obligar a autoridades y dueños de equipos a una reforma total del futbol mexicano".

Difícilmente la afición se negaría a ir a la selección al Azteca, pero es interesante la idea de dar la espalda, no a la representación de futbol, sino a los empresarios que tienen un coto de poder importante y que son quienes le han dado en la torre a los futbolistas. Y cuando se escribe "empresarios"... una gran carga es de los de la televisión y el gobierno que aporta complicidad y conveniencia, tomando en cuenta que el futbol distrae a los mexicanos.

Hasta cuándo seguirá esto, mientras el mexicano se deje... mientras la conciencia colectiva siga escuchando los corifeos de Televisa y TV Azteca (José Ramón Fernández le llamaba los jilgueros) elevando las proezas de México ante Venezuela en tanto Estados Unidos hace lo que no consigue México... ir a la Confederaciones a medirse con los grandes. En síntesis, a México, EU le ha comido el mandado en su jeta en materia de futbol.

La deprimente televisión

El cuidado de las narraciones es una de las virtudes perdidas de la televisión mexicana... perdón por el comentario de viejito amargado que viene a continuación, pero creo que está justificado con todo y sus ironías...

Evidentemente las direcciones de deportes tanto de Televisa como TV Azteca han trabajado como los políticos, no apuestan por el mejor, sino por el menos malo y como no hay mejores colocan como sus estelares a Enrique Bermúdez de la Serna y a Christian Martinoli.

Por un lado Bermúdez está deteriorando mucho más su ya deteriorado estilo, mal copiado de Angel Fernández, por el otro, Martinoli se ha vuelto de la tarabilla (y no es Isabel Martínez) del futbol que tiene como patiños a dos cómicos sin talento, Jo Jo Jorge Campos y Luis García (a este último cualquier director de radio le negaría el micrófono por tan deficiente dicción).

Así son los narradores que nos tocan ahora, son mas malos que la carcoma, diría Tres Patines, hacen odiar la ya deprimente televisión. (Y lo peor, es que son las únicas opciones para ver los juegos de México)

jueves, junio 04, 2009

Twitter, inútil e imprescindible

Desde hace unos meses he encontrado en Twitter una herramienta informativa y de distracción que merece muchos adjetivos positivos: divertida, oportuna, noticiosa, social y ágil; pero también: demandante, inestable, dudosa y distractiva... aunque hay más...

Sin propósito alguno, real, Twitter forma parte de la llamada "social media", un conglomerado de herramientas o recursos de internet que permiten una comunicación personal y a la vez masiva con los usuarios de internet.

Pero, como diría el Profesor Brinco (Frink) de Los Simpson (capítulo La lucha educativa - sexta temporada) cuando le negó a Tino el uso de su carrito para niños porque "no lo disfrutarían a nivel que yo lo disfruto", Twitter es algo parecido, sólo lo disfrutan usuarios de determinado nivel, los usuarios que frivolizan en sus comentarios pasean en este recurso como si fuera una sala de chat, intentando entablar diálogos sin atender las alertas de informativas reales y falsas. Diciendo lo que hacen o piensan porque originalmente esa fue la razón de Twitter, un espacio para decir lo que se está haciendo, el eslogan-pregunta lo dice todo "What are you doing?". (Y parece que ese fin quedó corto para el uso que han encontrado la mayoría de los usuarios)

Para quienes sí consiguen su objetivo, Twitter es incluso una posibilidad de inicio de análisis de los fenómenos que ocurren en México y el mundo, es una vitrina personal y empresarial publicitaria donde se anuncian ofertas (ciertas y falsas); nuevos textos de blogueros; enlaces curiosos; un hilo de noticias; empresas y personajes reales y suplantados; miles de ocurrencias, discusiones... todo cabe en Twitter y nadie cobra y no se ve por dónde se pueda cobrar hasta este momento, salvo que se alquilen como twitteros ajenos y se cree un nuevo oficio de twitteador para varias empresas o personajes.

Y vaya que han surgido personajes que ahora, como nunca, están "al alcance" de la gente, tanto como lo están en Facebook. De aquí que parte de la revolución de "social media" es que les está arrebatando a los medios masivos, la oportunidad de respuesta y las fuentes, las que se han colgado de internet sea con una página, blog, Facebook, Twitter o cualquier red social, evitan la intermediación de diarios, radio y TV y le dan al usuario la información de primera mano, la apócrifa también.

Los gurúes, porque ya se ha creado esa categoría en el ambiente, del Twitter, aprovechan los otros espacios para tener una mordida de followers y difunden cánones ocurrentes en una tarea de editores empíricos, así vemos que fluyen las 10 reglas del Twitter, como sobrevivir en Twitter, Twittear como experto, las 7, 11, 20 cosas que debes saber de Twitter o Enseña a tu mascota a que sea la más followeada... y linduras similares...

En lo personal, he encontrado en Twitter una genial oportunidad para ejercitar mi síntesis, ya que las ideas completas deben resumirse en 140 caracteres.

Es, dependiendo de la capacidad, como diría Frink, que se va a disfrutar Twitter aunque como recurso financiero para los usuarios, aún haya miles de dudas de cuál será el esquema de negocios que, para muchos que vivimos de informar y enterarnos, es lo menos que interesa mientras tengamos una labor "normal".

Dentro de la maravillosa red, Twitter es una maravilla más, es como la luz para los conejos que quedan deslumbrados y sin saber qué hacer. Es un mar informativo donde, a riesgo de no saber nadar, invariablemente hay muchos ahogados.

Y ahora, con su permiso que este, su globbero de confianza, se tranforma en twitteador y se retira para anunciar que liberaré mi post en mi espacio de Twitter @jccortes