miércoles, junio 30, 2010

La maldición de la Diosa de la Victoria

En la antesala del Mundial Sudáfrica 2010, los amantes de YouTube y el futbol, comenzaron a ver un anuncio de tres minutos dirigido por el mexicano Alejandro González Iñárritu: "Write the Future" (Escribe tu futuro) de la empresa de productos deportivos Nike.
¿Qué han visto los más de 17 millones de usuarios que han abierto el link de Nike? : A Didier Drogba acarreando el balón con maestría entre italianos, causando expectación en Costa de Marfil cuyos comentaristas se atragantaban las palabras ante el avance del marfileño, Drogba dispara y la imaginación lo lleva a la fiesta en tierras africanas, pero se atraviesa justo en la línea de gol, Fabio Cannavaro que con una chilena libra el gol y lo vuelve héroe de Italia, le canta Bobby Solo mientras un grupo de modelos imita la maniobra salvadora.
La toma cambia para ver a Wayne Rooney controlando el balón al minuto 89 frente a los franceses, su avance lo corta Franck Ribéry y la historia lleva al británico a ver su debacle en segundos.
Miserable en la imaginación, Rooney causa la caída de la bolsa de Londres, se burlan de él, pero se reconstruye en segundos y corre un sprint de 100 metros hasta robarle el balón al francés para que en su imaginación las cosas cambien, esta vez lo vuelven caballero de la reina abrazable, la bolsa londinense sube, su nombre se multiplica en bebés, le gana un juego de ping pong a Roger Federer... Iñárritu cambia la escena para ver a los brasileños representados por Ronaldinho, ausente de la Copa, quien patenta una bicicleta que la imita hasta Kobe Bryant de los Lakers.
Ronaldinho golpea el balón y lo recibe en otra toma el portugués Cristiano Ronaldo que avanza como saeta entre holandeses mientras se imagina inaugurando su propio estadio, haciéndole un charrito a Homero Simpson, estrenando película protagonizada por Gael García, hasta que le cometen falta afuera del área.
Ronaldo sigue soñando que le develan una estatua gigante en calles de una Lisboa paralizada hasta que dispara y el comercial queda con un final abierto a la imaginación del espectador.
Los sueños de todos los cracks mencionados hoy están en el olvido.
Todos, han sido eliminados de la Copa del Mundo como si fuera una maldición de la diosa griega de la victoria, Nike.
La empresa Nike, principal rival de Adidas, patrocinadora oficial de Sudáfrica 2010, pareciera que esta vez tocó a las estrellas del futbol para anticipar su caída, aunque esto, obvio, debe llevarse al plano de las casualidades, tal como ocurrió con Gillete, que contrató a Roger Federer, Rafa Márquez, Thierry Henry y Tiger Woods, estrellas deportivas que tuvieron por alguna razón coincidente tropezones en su carrera o su vida privada.
Es lo malo de anticipar las cosas sabiendo que el futuro no se puede leer, es una maldición constante y los mexicanos también lo hemos visto. O cómo olvidar aquel comercial de Hugo Sánchez en 1986, mientras en el anuncio lo metió, en el Azteca frente a Paraguay, lo falló.
Es cruel la diosa de la victoria.

Postdata: Eliminaron a Federer de Wimbledon.

Publicado por este bloguero en Diario El Mundo el 30 de junio de 2010 como columna temporal titulada "El Rincón del Aficionado"

lunes, junio 28, 2010

Sobrevivir sin el Tri

Esta experiencia no es nueva, la hemos vivido cada cuatro años, pero a diferencia de hace cuatro, ocho, doce, etc, esta tiene una particularidad: la derrota nos cayó solita, como cumpliéndose esa maldición que dice: "el que nace para tamal, del cielo le caen los goles".
En el 78, nos golearon todos, Alemania, Túnez, Polonia; en 86, el esfuerzo y la plaza no fueron suficiente para tolerar la presión de los penales contra Alemania; en 90 ni fuimos por la corrupción futbolera; en 94, la estrategia nos dio en la torre frente a Bulgaria; en 98 la capacidad de resolución nos falló frente a Alemania; en 2002 nos venció la confianza frente a EU y en 2006, sin duda nos venció la capacidad de los argentinos.
Pero ahora, ni siquiera se puede trinar contra la famosa soberbia de Argentina; el aficionado ni siquiera puede considerar a esta una derrota en forma, la derrota no es otra cosa que un dato estadístico, un trámite que debe correrse para poner a un equipo en cuartos de final de la Copa del Mundo, y este será el cuadro albiceleste.
Porque, ¿qué traía Argentina?... nada... el triunfo, si acaso de los sudamericanos se resume en el golazo de Carlos Tévez, fuera de eso, Argentina simplemente esperó a que el árbitro cometiera una; una falla bestial; y dos; un regalo como el de Ricardo Osorio. ¿Jugó Messi?
(Ok, es un poco de frustración)
Ay Osorio, no me ayudes compadre

Pero, a propósito del punto número uno, será bueno que la FIFA reconsidere su férrea postura a no hacer revisiones de video en jugadas dudosas porque ayer, las fallas arbitrales le dieron en la torre a Inglaterra y a México (aunque uno no puede vivir con este que resulta ser el consuelo de los derrotados).
Ni hablar, México como país debe seguir, y ya desde ayer, como en todos los domingos mundialistas, las calles se llenaban nuevamente de chavos para jugar la cascarita que invariablemente termina con resultado de 7-4 o 17-15.
Siendo lunes, hay muchas cosas por hacer o simplemente buscar no a quien los la hizo sino quien nos la va a pagar. Quizás deje de votar por el partido político que le regaló una sombrilla, puede cancelar la suscripción a Sky, nacionalizarse alemán o abrir una óptica especializada en árbitros (perdón, otra vez es frustración).
Por fortuna, la Selección Mexicana ya dio lo que tenía que dar, ya emocionó lo que tenía que emocionar y deja nuevamente al país sentadito a la espera de grandes resultados, haciendo lo suyo, su vida cotidiana, con sus preocupaciones por la inseguridad, con su trabajo diario, con sus millones de habitantes que desde temprano comentan todo esto que platicamos, con razones o sin ellas, es futbol y ahí se queda, por mucho que nos distraigan esos 90 minutos de juego, volvamos a la realidad, México está fuera y como diría Freddie Mercury, "Anyway the wind blows" (de todos modos, el viento sopla).

Publicado por este bloguero en Diario El Mundo el 28 de junio de 2010 como columna temporal titulada "El Rincón del Aficionado"

lunes, junio 21, 2010

Monsiváis...

"La luz va ordenando a las personas como si se tratase de recuerdos, va arreglando la colocación de los grupos, ustedes en el medio por favor, usted al lado como si divagara. Así, muy bien..."
Este es el inicio de Amor Perdido, el libro de Carlos Monsiváis que escribió en 1977 con referencia a figuras que "dejan huella", Siqueiros, José Alfredo, Lara, Raúl Velasco...
La luz colocaría a Carlos Monsiváis hacia el frente, sonriente, con esa risa de Gato de Cheshire que se pierde en la noche...
El vacío que deja "Monsi" es inconmensurable, nos deja ciegos, en una oscuridad a la que sólo podía dar luz él con las palabras. La pregunta exagerada de Elena Poniatowska "¿Cómo vamos a seguir sin ti?" está más que justificada.
Somos como huérfanos de las explicaciones del periodista, como niños buscando en un Súper, todos estamos bien, pero ahora nos falta algo...
Este país tan reclamante de explicaciones se detenía cada que hablaba Monsiváis, si uno volteaba a la tele y coincidía con uno de esos ataques de ubicuidad que tenía el escritor, debía callar a todo mundo, "mamá, espera, está hablando Monsi... está analizando la impunidad", "... la economía", "... los quince años de barrio"..."la idiosincrasia del mexicano y la lucha libre", "... la última película de Juan Orol"... "... los bailes de Tin Tan", y él, con su generosidad de palabras e ironías nos explicaba todo y de paso el actuar del mexicano, criticaba a la clase política, a la económica, criticaba a mis maestros, a mi alcalde, a mi familia, a mi, hacía una autocrítica y sonreía tímidamente para liberar un gesto con el que decía "gracias", con su risa gatuna.
En los diarios era igual, el hombre de la Portales escribió generoso, analizaba, recordaba escritores, filósofos, citas de personajes de cine, igual para Excélsior, Reforma, El Universal, La Jornada o cualquier nombre de revistas, sin olvidar la Proceso, en la que escribió su "Por mi madre bohemios" al final de su vida, donde las citas eran las humillantes frases de los políticos.
Inolvidables fueron sus participaciones en las cápsulas de ABC Radio presentado por Agustín López Zavala, en radio Red y en tantas estaciones por donde fluyó su voz o su imagen presentada en la vieja Imevisión o en sus espacios en el noticiario estelar de Televisa o en pequeñas apariciones en el cine, desde Los Caifanes sesentera hasta en La Vengadora donde brinda con un grupo de narcos.
Monsi era ajonjolí de todos los moles, igual aceptaba un pomposo honoris causa con corbata encubierta con una toga que salía con Lucía Méndez en la revista Tele-Guía o brincaba a Nexos o la que fuera.
Quién más que él podía criticar a todos los colores, a las derechas, a las izquierdas, a los centros, a los remates y los goles, estaba en todo, absorbiendo el actuar, la cultura, el comic, el cine, la radio, la música, la televisión, las sonrisas, las certezas y los azares de un país que necesitaba de sus explicaciones para entenderse, para mirar con crudeza una realidad que en voz de Monsi le daba risa...
Porque el cronista era, es, indispensable para entender a este país, que más de ideas, es de ocurrencias... y se lo advirtieron...
Hoy la luz ya se las arregló para ponerlo al frente como gran protagonista de todo, como el explicador que México necesita y es por ello que su funeral se entiende en las circunstancias que se dio, lleno de aristas, con hombres, mujeres, homosexuales y heterosexuales, unos religiosos, otros escépticos y otros ateos, se llenó con escritores, pintores, caricaturistas, músicos, activistas de cuánta cosa, cineastas, periodistas, organilleros... gente de todas las tallas e ideas...
Aun muerto parecía que Carlos Monsiváis nos seguía explicando muchas cosas que no entendemos, éramos y somos como esos gatos que lo extrañarán, que lo verán pasar enfocado por una luz y que sólo estaremos ahí entre sus libros esperando que nos diga algo... lo que sea...
Sí que lo extrañaremos...

viernes, junio 18, 2010

Las vuvuzelas mexicanas se llenaron de gloria.

Y no sólo las vuvuzelas, sino las salas en casa, las oficinas, los restaurantes, los aparadores de las mueblerías, las plazas donde los partidos interesadamente pusieron pantallas gigantes, las redacciones, en Twitter, en Facebook y en todo punto donde se siguiera el México-Francia.
Se jugó como nunca y se ganó como nunca, y con los goles del Chicharito y Cuau el "retiemble en su centros la Tierra" tuvo un séntido único en tiempos mundialistas. Quién iba a imaginar que un campeón de la talla de Francia se rendiría de tal forma ante los botines de la oncena del Tri, quién hubiera dicho que los ratoncitos verdes comerían queso gruyere hasta saciarse...
En la redacción tenemos un "chiste local": cuando ocurre un evento relevante, decimos que el titular de la noticia debe ser "Histórico"... por obvias razones ya nadie hace caso a la ocurrencia, pero esta vez, el "Historico" debe repensarse porque lo es, la fanaticada ve en el 17 de junio de 2010 un equivalente 5 de Mayo de 1862 y si bien no hubo armas, sí hubo vuvuzelas que nos dieron gloria futbolera.
El Chicharito enfilado al gol... si era fuera de lugar... qué importa...

Cuando un fan lo ve de este tamaño brinca sobre las camas, tira el refresco, se abraza con desconocidos, es ocurrente, se le olvidan las grabaciones polémicas de los políticos, se atraganta entre grito y taco, se queda con los puños sobre la boca como no entendiendo bien lo que pasó... se vuelve loco, así de fácil...
Con un resultado como el de ayer, México puso en puerto un Ypiranga listo para el seleccionado de Raymond Domenech, un hombre que en pantalla ya demostraba lo que dijo estar después del juego: abatido.
Días como estos se agradecen, no siempre se ve al seleccionado mexicano jugar con orden, contundentes y bajo un control del rival pocas veces visto en Copas del Mundo. Desde que tomaron las riendas no las soltaron, no hubo titubeos, no se hizo presente ese fantasma de la actitud deficiente, difícil destacar un jugador entre todos, Rafa subía y bajaba sin cansancio, Maza defendió como guerrero, Barrera emulaba las glorias de Bruno Conti, el Chícharo presumió nuevamente su boleto a Inglaterra y el Cuau, aprovechó ese momento del penal para entrar a los libros de la historia futbolera de México.
Los 20 mil representantes de México en el estadio Peter Mokaba de Polokwane le pusieron calor a un estadio donde los únicos que se congelaban eran los hombres de la banca francesa y todos los demás franceses en cancha y tribuna, la fanaticada mexicana no parecía ser la de un país en crisis, verdes, blancos, rojos, penachos, inexplicables máscaras de Blue Demon y otros motivos aztecas le ponían folclore nacional al juego.El gol histórico de Cuauhtémoc Blanco... abajo, a la orilla... inalcanzable...

En positivo, la historia debe registrar que no se trata de la conjunción de un mal juego francés con uno bueno mexicano, simplemente fue un gran juego mexicano ante un equipo galo que no supo cómo, cuándo y por qué los mexicanos habían escogido a Francia como el primer escalón para mostrar que están, estamos, listos para el quinto juego del Mundial y encarrerados, por qué no una Copa del Mundo, y ya exagerando, dos o tres campeonatos.

Publicado por este bloguero en Diario El Mundo el 18 de junio de 2010 como columna temporal titulada "El Rincón del Aficionado"

martes, junio 15, 2010

Jornada de colores

Mientras en México se tiene un torneo zoológico donde hay Aguilas, Zorros, Pumas, Gallos y otros animales, la actividad mundial se llena de colores con "naranjas mecánicas", "escuadras azurras" y "ratoncitos verdes", entre otros.
Particularmente, ayer, dos selecciones que apuestan llevarse el campeonato y ponerle color a la Copa se presentaron, uno con gloria y otro con pena...
Holanda, la misma favorita sentimental se plantó frente a Dinamarca y pegarle 2-0 luciendo un futbol, muy a la Cruyff, muy hacia adelante muy a lo "Total".
Como Alemania, la Naranja Mecánica levanta su mano para decir que nuevamente son capaces de llegar a la final, aunque como en el 74 y 78, tengan la opción de perderla.
Los holandeses sin duda, ayer, le dieron una probadita a la gloria.
Minutos después de la muestra naranja, hombres de razas amarilla (vestidos de azul) y negra (vestidos de amarillo y verde) jugaron el segundo partido de la jornada.
Para la críticar fue el hecho de que Camerún se viera timorato y hasta egoista en su potencial. Pocos hubieran pensado que un Samuel Eto'o podría esconder las piernas y lucirlas un par de veces infructuosamente. Por el contrario, Japón se vio generoso para patear la pelota y plantarse frente a los herederos de Roger Milla.
Está claro que en el mundial: los antecedentes de los jugadores no son nada al momento de salir a la cancha.
Japón, que se ha consolidado como una "potencia" asiática ya se mide de tú a tú con el gigante africano que ha lucido desde 1982 en Copas del Mundo.
Y es que las distancias se han acortado lo suficiente como para que el campeón del mundo primero tropiece en un amistoso con un equipo como México y ahora empate con Paraguay.
Sí, pocas veces un campeón se ve opacado como ayer lo fue Italia, se recuerda las derrotas de Argentina en 82 y 90, el empate italiano con Bulgaria en el 86 y la apretada victoria de Alemania frente a Bolivia en 94.
Ver a la escuadra azul con el marcador encima y apenas igualando con un gol de poca calidad frente a los paraguayos hace pensar que nuevamente regresan a la historia italiana de siempre, que como en el 82, parece que los primeros juegos no son relevantes para llegar a la final y conseguir el campeonato.
El mundial ya entibió, sus colores ya se magnifican y faltan otros colores por ver, por ejemplo, la "Furia roja" y la "verde-amarelha". A ver de qué color pintan.

Publicado por este bloguero en Diario El Mundo el 15 de junio de 2010 como columna temporal titulada "El Rincón del Aficionado"

lunes, junio 14, 2010

Alemania de nuestros odios

El mexicano poco a poco le deja de ir al equipo débil, aunque no deja de solidarizares con ellos en la contienda, más cuando se aparece Alemania.
Hay mucha simpatía con los africanos, el mexicano disfruta que los hombres del 'continente negro' paseen la pelota con singular alegría y también se pone del lado de cualquier equipo que enfrente a Alemania, ese monstruo exterminador de mexicanos.
Ayer, Argelia, país de origen del gran Zizou francés, cayó en la desgracia que libró Ghana. Los dos países africanos enfrentaron a selecciones de países 'recién' inaugurados: Eslovenia y Serbia, inexistentes hace 20 años como naciones independientes.
Y en el tercer juego, cómo no solidarizares con Australia que enfrentaba a esa máquina aceitada, potente y contundente made in Germany.
Basta recodar los siguientes nombres para comenzar a pensar con 'rencor' en 'el extraño enemigo': Karl-Heinz Rummenigge, Dieter y Hansi Müller, Heinz Dieter, Hans Peter Briegel, Harold Schumacher, Andreas Brehme, Lotthar Mathaeus, Pierre Michael Littzbarski, Junger Klinsmann, Oliver Bierhoff, Michael Ballack y Miroslav Klose... ¿quieren más alemanes que nos hicieron daño en la cancha?
Alemania de nuestros odios, siempre con la mentalidad ganadora, desafiante, pulcra e irrebatiblemente futbolera.¿Cuál es la fórmula ganadora de los teutones que sólo ellos la conocen? ¿Será que la guardan con tanta severidad como la Coca Cola? ¿Será que la selección teutona tenga un laboratorio que arma a los futbolistas de forma genética o será que tienen el manual secreto de los Mazacotes de Chicontepec de Horacio Cascarín y su 'futbol colmillo'?.
La razón que sea, hace pensar que esa fórmula habría que descubrirla e inyectarla, untarla, tomarla o aplicarla al seleccionado mexicano para que esta no se desinfle en el momento más inoportuno... quizás también exista esa fórmula para la fanáticada y evitar que esta se deprima más de lo conveniente.
La muestra de poder de ayer hecha por los alemanes, hace pensar que el primer mundial en Africa podría tener un campeón europeo y que, aunque Australia no fue el rival para medir la fuerza futbolera. Los tricampeones alemanes ya dieron una muestra de que su ferrocarril tiene piezas nuevas y recién engrasadas, léase mejor de esta forma: Alemania es la misma de siempre.
Ayer, además de la solidaridad con los africanos, ningún estímulo, ni en el estadio, ni desde México sirvieron a los australianos para evitar ese 4-0 deprimente que puso en su lugar, tanto a los de Oceanía como los de Europa.
¿Volveríamos a apostar contra el poderoso o mejor aprender de él?

Publicado por este bloguero en Diario El Mundo el 14 de junio de 2010 como columna temporal titulada "El Rincón del Aficionado"

domingo, junio 13, 2010

El primer mañanero

"¿Quién diablos puso el despertador a las ... ?. Olvídenlo, dónde está el control remoto..."
Para un aficionado promedio, no importan los horarios de los juegos, lo mismo da que sea a las 12:00 del día que a las 8 de la noche en la cancha del Azteca. Pero tampoco le importa si se trata de futbol por TV, igual es capaz de soportar la media noche que la madrugada, como lo demostró en el mundial Japón-Corea de 2002.
Cuando ayer las televisiones se comenzaron a encender a las 6 de la mañana en esta parte del planeta no era para otra cosa que para empezar la jornada futbolera con el Sudcorea-Grecia, los desvelados, que cambiaron chelas por leche pudieron atestiguar el crecimiento del futbol oriental ante el campeón de Europa del 2004. Claro, un campeón venido a menos. Será que los sudcoreanos andan armados ante las amenazas del Norte que trajeron un coraje justo para mantener en ceros a los griegos en las Copas del Mundo.
Lo fuerte del día llegó con el Sol. La expectativa por ver al mejor jugador del mundo: Leo Messi.
El "Messias" argentino hizo todo lo que pudo pero se enfrentó a una barrera con manos propiedad de Enyeama, un pulpo vestido de amarillo que dejó pasar sólo el gol de Gabriel Heinze. Mala mañana para los aficionados albicelestes que no vieron lucir a el equipo de sus simpatías. Porque lejos del estereotipo argentino, los fans de Argentina deseaban un 3-0, y ya exagerando un 7-0 con siete goles de Messi.
Pero, a Messi le apagó la mecha el arquero nigeriano.
El siguiente platillo también se antojaba en el menú, hamburguesas contra papas y pescado, Queen contra los Hermanos Osmond, Barry Manilow contra David Bowie, Inglaterra contra Estados Unidos.
La mamá británica, la dueña de la corona, el campeón del 66 se atoró con una maraña estadounidense, con el sobrino que vive en otro barrio y empataron. Cuánta evolución futbolística, primero Sudcorea y ahora los Bora boys con seis vitaminas y hierro. Hace 20 años hubiera sido inconcebible que un campeón como el "Equipo de la Rosa" se diera el lujo de empatar ante un amateur que no sabe diferenciar el football del futbol, pero son otros tiempos.
Y lo más doloroso para los británicos fue el "big english bear" de Robert Green que se vio muy verde, Oh my cat!... qué osote inglés... las cenizas del gran Peter Shilton se habrán movido de su lugar (si es que fuma)... y por el gol de Steven Gerrard, qué se puede decir, es Gerrard.
The big english bear

No se puede quejar el aficionado desvelado por la jornada, vio a dos campeones del mundo y a tres continentales y lo que falta.
Por ahora, la preocupación mayor es cómo prender la TV sin que la gente de casa se de cuenta y más, como evitar que el primer gol sea menos apasionado antes de las 7 de la mañana para no gritarlo.

* Publicado por este bloguero en Diario El Mundo el 13 de junio de 2010 como columna temporal titulada "El Rincón del Aficionado"

sábado, junio 12, 2010

Otra vez las emociones

Como cada cuatro años, el aficionado despierta de su larga hibernación, abre los ojos manoteando entre las sábanas para buscar el control remoto y reencontrarse otra vez con otro Mundial.
Para esta ocasión y como cada cuatro años, cuando se habla del aficionado se habla de los pequeños que van al kinder con motivos tricolor, los estudiantes que salieron de pinta a probar su primer cerveza a las 9 de la mañana, los trabajadores que rogaron el permiso para ver el juego y los amos y amas de casa que detestan el futbol, pero que no pueden evitar preguntar "¿cómo le fue a México?" o un simple "¿Quién ganó?".
Puntuales, las calles se vaciaron y los restaurantes se llenaron, todos frente a la TV con los ojos bien abiertos y los puños bien cerrados en espera del disparo o fogonazo mexicano que sacuda la red del contrario.
Y todos odiamos al Guille... y todos amamos a Gio y el futbol se vuelve pasión real, no esa torta que no tiene suficiente picante cada torneo de Verano o Invierno.
Por ahora, los Bafana Bafana son los enemigos a vencer, la tele los pinta como un enemigo amable que emite un sonido de abejas bien conocido por los mexicanos.
Los Bafana Bafana son amables, pero no tan inofensivos, son tan implacables como el búlgaro Hristo Stoichkov en el 94 que dejó helada la portería de Jorge Campos, así como Tshabalala reventó al Conejo, sólo que en al lado contrario del "Brodi".
Pero, no hay problema, nosotros tenemos a Rafa Márquez recién afeitado, que controla con la derecha, pero dispara con la zurda.
Hacía cuatro años que no se sentía esa emoción, esos gritos, esa pasión que hace abrazar a los desconocidos y además emanada del mismo Rafa Márquez con aquel tempranero, esperanzador, pero inútil gol contra Argentina en la eliminación del Tri de Alemania 2006. Ese había sido el último gol de México en mundiales.
Qué emoción, otra Copa del Mundo para los aficionados mesurados, para los fanáticos que se vuelven locos, para los villamelones que voltean al balón cada Mundial.
Ayer, se acabó esa espera y entre bostezos, los aficionados digieren un empate, cuyas consecuencias, aún se desconocen.

* Publicado por este bloguero en Diario El Mundo el 12 de junio de 2010 como columna temporal titulada "El Rincón del Aficionado"

jueves, junio 10, 2010

El futbol es...

Iba a escribir un texto mareador sobre el futbol, ahora que empieza en Mundial, pero, prefiero compartir este dibujo que hice el fin de año de 1990...

Buena suerte para México en la Copa del Mundo Sudáfrica 2010...

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