viernes, octubre 22, 2004

Final alternativo a Cenicienta

Cuando la política aburre, uno inventa

El final alternativo de la Cenicienta está alejado de la vida feliz en el palacio rodeada de lujos en una feliz vida con una hermosa pareja de niños rubios.

En realidad Cenicienta engañó al príncipe con uno de los vigilantes que hacen guardia permanente en la puerta principal de palacio.

Cabe mencionar que la vida sexual de Cenicienta era malísima, puesto que en los primeros años fue testigo de una crónica eyaculación precoz del príncipe que se complicó hasta llegar a la impotencia.

Todos los sirvientes supieron de la infidelidad y disimulaban su espanto, con los ojos bien abiertos, cuando en ausencia del príncipe, desde la alcoba matrimonial se desgranaban sonidos guturales y placenteros de la pareja de amantes.

Los buenos amigos recomendaron al guardia, ahora podemos saber que se llamaba Patrick, que se alejara de esa aventura que despertaría la ira de la corte.

Como tal, la tragedía llegó. Una de las hermanastras, quien supuestamente había perdonado la buena suerte de Cenicienta, llegó un sábado a visitar a la familia y descubrió, desde las escaleras, como Patrick se subía la cremallera de su pantalón al salir de la alcoba matrimonial, con todos los problemas que implican realizar tal acción llevando una pesada espada.

Fue la oportunidad de la venganza. La hermanastra contó esto al príncipe, quien encolerizado no perdió el tiempo, reclámó a Cenicienta el affaire y tal fue el escándalo que Patrick tuvo tiempo de huir sin dejar rastro alguno.

El príncipe tomó venganza y recluyó a Cenicienta en una habitación sin posibilidad de escapar, envió a los niños al extranjero y él se tiró al alcoholismo a la vez que viajaba y desperdiciaba sus doblones por toda Europa.

La crisis culminó cuando el príncipe conoció a su pareja, Charles, un apuesto joven que guarda férreamente un pasado en el cual se llamó, Patrick.


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