jueves, octubre 07, 2004

Nuestra piltrafa legislativa

El arte de engañarnos a nosotros mismos


Dolores Padierna y acompañantes en la tribuna

¿Qué hacer con la información diaria que parece de burla?

No quiero ser tan solemne, no vale la pena al pensar en diputados del PRI y PAN que, justo ahora, juuuuusto ahora, les da por sacarse de la manga lo de esa reforma al artículo 122, digna de analizarse, pero también, qué queda ante los desplantes de perredistas que temen, no porque la ciudad pierda parte de sus recursos, a ellos, como a priistas y panistas, les vale madre, temen a perder la chamba cómoda que les remunera miles de pesos al mes.

Como díría Sabina, ¡que viva la gastronomía!

No vale la pena, es tan risible el caso de la Cámara de Diputados de México, una institución desprestigiada por décadas priistas en apoyo de panistas y rematada por perredistas. Me parece lógico que nadie la respete, que sean barzonistas, campesinos, obreros, perredistas lo que se metan hasta la tribuna mayor y pongan pancartas, se encueren o canten sin motivo digno el Himno Nacional. Pero en realidad quién la respeta, qué legislador piensa en la justicia, en la democracia, en el bienestar... la respuesta es: ninguno.

Ahora los medios nos hacen espantarnos del hecho, de los gritos, de lo degradante. Seguimos en la misma, vemos la forma y no el fondo.


Manlio Fabio Beltrones defendió un momento su puesto, luego se fue

Vemos a un Manlio Fabio Beltrones, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, haciendo como que defiende su lugar y sale corriendo ante la amenazadora Dolores Padierna, que por favor, quién cree que está haciendo el papelito de la defensa constitucional, lo está haciendo para alargar el caso de su esposo René Bejarano, tan patético es un caso como el otro.

Como díría Sabina, ¡que viva la bisutería!

Y los panistas llenándose de indignación, persignándose, pensando en qué van a gastar el tiempo libre del día al cancelarse la sesión, pero agenciarse, eso sí, los más de mil 800 pesos de salario (diario, si no es que más), y que pensar de la comparsa priista llamada Partido Verde Ecologista de México, cuyos legisladores pedían mesura, pedían mesura cuando ellos mismos no respetan al IFE y son los menos democráticos hacia el interior de su agrupación.

La farsa de la política a nivel legislativo ya le queda muy chica a un país que de elegir por si mismo, ya hubiera reformado su Congreso de raíz disminuyendo a 100 el número de curules y eliminando las mayorías proporcionales y el fuero que permite a esta clase de funcionarios hacer y deshacer en el ambito económico, social, político y delictivo.

Es indignante, no que los perredistas se trepen a la tribuna, es indignante, y desde hace años, el pobre papel del legislador que se hincha los bolsillos por los favores de los compadres, del amiguismo, de la conveniencia, eso es lo indignante, no que un grupo tendencioso y aprovechado arme el tinglado para simular la "defensa" de los recursos para los capitalinos.

Por los medios y su influencia, estamos viendo, como siempre, la forma, el fondo no se toca.

Como diría Sabina... ¡que viva la peluquería!.

La publicación de las fotos no persigue ningún fin de lucro