martes, septiembre 07, 2004

Gobierno sin autoridad

El voto veracruzano

Con una diferencia de menos de 1 punto porcentual, el candidato de la alianza Fidelidad por Veracruz (PRI-PVEM-PRV), Fidel Herrera Beltrán, de ninguna manera puede considerarse como lo dijo a los medios su jefe de campaña, Guillermo Zúñiga Martínez, el gobernador del estado "porque la población así lo plasmó en las urnas".

En cuestión de democracia, donde todos gobiernan o se expresan hacia un gobernante por mayoría, Fidel Herrera no puede jactarse de eso porque casi el 70 por cierto de los votantes no lo decidieron así.


La celebración de los priistas (Foto difundida por Reuters)

En un acto de voluntad los veracruzanos salieron a emitir su voto, y lo diversificaron de forma tal, que las preferencias materialmente obtuvieron un empate en una media del 30%.

Como es de esperarse, los priistas y panistas, a la cabeza en los conteos preliminares, echaron las campanas al vuelo dándose como triunfadores.

Pero queda la duda, realmente Fidel Herrera, o Gerardo Buganza del Partido Acción Nacional podrían ser gobernantes con autoridad y decisión del pueblo.

Ambos, y está consignado por los medios, maniobraron ampliamente con recursos federales y estatales aprovechando principalmente la pobreza de los veracruzanos y vendiéndoles baratijas por un voto.

La política mexicana, fundamentalmente la de los estados, y principalmente la de Veracruz, mantiene los recursos más viles para acceder al poder y obtener los grandes favores que ofrece la vida pública, los altos salarios, los bonos a granel, la fortuna de la nada.

No les preocupa la gente, no les preocupa la vida de su estado, no les preocupa la pobreza ni la educación, y creen, que inaugurando una escuela, que construirían con dinero de sus carteras en un par de meses, salvan la vida educativa de la entidad.

Es bien sabido que puestos así, son escalones. En su caso, Fidel Herrera lo ha conseguido de esta manera, subiendo de puestos y "portándose bien", contrariamente a políticos como lo fue el caso de Miguel Angel Yunes que se "portó mal".

El político veracruzano, en el común denominador, se acerca a los medios, guiña con un billete hacia los reporteros, y quienes su convicción es débil, caen en la engañifa para favorecerlo, en tanto, la vida del estado se mantendría igual o mejor.

Ese es el caso del equipo de Buganza y Herrera, y más abajo, porque los recursos no se los permiten, el PRD y partidos de concepción inverosímil.

Y cuando no ocurre así, los políticos aprovechan su nepotismo como el caso de Zúñiga Martínez, que trabaja al lado de su hijo Américo y, hace sospechosa la elección al estar casado con la hermana del presidente del Consejo General del IEV, Salvador Martínez y Martínez.

Con este palmarés, ni el PAN y el PRI no pueden jactarse de gobernar para un pueblo que los eligió porque, aunque la desfachatez no se los permita, no lo merecen.

El ultimo pataleo priista en Poza Rica

Decidida la guerra fraternal entre Norma Anaya y su congénere partidista, Guadalupe Velázquez, a favor de este último enarbolando la bandera salvadora del PAN, el voto de la población pozarricense da un giro cansada ya de las promesas priístas y la información tendenciosa.

Después de años de priísmo, donde los otros partidos simplemente no aparecen porque no ha sido negocio, Poza Rica decide sin guía, dar la espalda a los funcionarios que prometieron mas sin haber cumplido antes sus viejas promesas.

Norma Anaya y su compañero Sergió Quiroz, aspirante a la diputación local, perdieron no por ser malos funcionarios o malos políticos, perdieron porque Poza Rica creció y se hartó del PRI.

Poza Rica se hartó de que los medios vendiera la imagen de una persona que era más que una funcionaria, y que puede ser honesta, pero que evidenció que estaba invirtiendo para ser aun, la mejor candidata de todos.

Poza Rica no se dejó engañar por los voceros, no se dejó seducir por los colores, ni por las entrevistas cómodas, no se creyó que unos eran muy buenos y otros muy malos.

Poza Rica decidió el cambio porque, en una nación donde los nuevos aires políticos soplan, se dejó llevar.

No es que el candidato del PAN convenciera con una plataforma que nació en el PRI, Poza Rica no votó por el candidato, votó por el cambio como ocurrió en el 2000, y ya después verá si fue negocio, tal como ha ocurrido con Fox.


Guadalupe Velázquez tras el triunfo (Foto publicada por informatepr.com)

No fue la convicción del maestro Velázquez, priísta hasta las cachas, que convenció al electorado pozarricense, no fue su labor en un manipulado magisterio, no ganó por la labor de su equipo político o por su labor como diputado local, ganó porque simplemente Poza Rica maduró para decidir el siguiente paso.

No es que Velázquez Casanova vaya a dar una vuelta a la tuerca a la educación en la zona, no es porque vaya a llevar agua las 24 horas del día o porque ilumine perfectamente las calles, Poza Rica le hizo el favor para verlo trabajar, porque así debe hacerlo.

No se espera ahora labor de "derecha", no podría el profesor si su vida la ha vendido al PRI, Poza Rica espera, que así como "olvidó" su priismo, Guadalupe Velázquez se olvide de los beneficios que recibirá en los próximos tres años, y ponga su mejor disposición para dar su trabajo a la vida de la ciudad, empezando también por no hacer de los enredos políticos el pan de cada día.

Periodismo con tendencia


El 4 de julio del año 2000, en un inconcebible acto de desfachatez, Regino Díaz Redondo, entonces director del diario Excélsior, publicó en un editorial titulado "La insidia, cuna de canallas", fragmentos como estos tras la derrota priista en la elección presidencial:

Al "PRI se le podía haber dado la última oportunidad. Estoy seguro que Labastida hubiera hecho cambios de fondo (...) A pocos convenció el cambio con rumbo. Las gentes se inclinaron simplemente por el cambio a secas (...) Excélsior reconoce que su política editorial durante los meses de campaña fue labastidista (...) Ni estuvimos forzados por intereses personales ni por presiones políticas y económicas".

¿Cuán lejano está Poza Rica a este caso?

En los últimos días, el diario La Opinión publicó, sin medir consecuencias ni responsabilidades hacia sus lectores, información donde enaltecía el trabajo de Norma Anaya y daba golpes al candidato panista Guadalupe Velázquez.


Casos similares

En una entrevista, el 1 de septiembre, Anaya apareció como nota principal en un texto sin firmar donde hablaba de sus intenciones de llegar a la presidencia municipal.

Anaya responde a preguntas cómodas similares a "¿Qué tanto influirá el voto de la mujer pozarricense este domingo?", "¿Destrucción de propaganda, insultos Qué más ha tenido que aguantar Norma Anaya?", "¿Sabe Norma Anaya hacia dónde va?", "¿Norma Anaya es de Poza Rica?", ¿Y el carácter, de dónde lo sacó?", y dando por sentado que ganaría se le interroga "¿A quién llamará a colaborar con usted en el Ayuntamiento?", "¿Conoce las principales carencias de Poza Rica?", además de pedir "¿Un mensaje a los pozarricenses?".

Nunca hubo cuestionamientos, y pese a eso, la misma Norma se inconforma con un trabajo que no realizó en una regiduría y en la oficina del Servicio Estatal de Empleo que estuvieron a su cargo al admitir que lo más apremiante en Poza Rica es la falta de agua y empleo.

Casos contrarios fueron las notas publicadas el 2, 4 y 6 de septiembre.

A tres días de las elecciones, el diario escribió "Más rapacidades de los asesores de Lupe Velázquez", en información sobre un presunto caso de tráfico de influencias, y el día 4 de agosto, un día antes de la jornada electoral los votantes pudieron leer "Lupe Velázquez todavía sigue en campaña porque se siente perdido".

Aun el 6 de septiembre, el diario minimizaba el triunfo ajeno a Anaya, y lo daba como una "cerrada votación" de 800 votos (al contarse el 94% de las casillas la diferencia rebasaba los 900 votos).

El remate de la nota, deja una consideración propia del editor en turno que dice "cabe señalar que en los comicios de este domingo los 'mapaches' fueron azules, pues la mayoría de los incidentes reportados ante las autoridades electorales involucraban a militantes del blanquiazul".

¿Qué tipo de periodismo enfrenta Poza Rica en el diario de mayor influencia en la zona?.

En el caso del diario capitalino, Excélsior se fue a pique, la principal materia prima del diario estaba por los suelos, la verdad, los grandes intentos de la imparcialidad informativa no eran nada, el diario se había declarado priísta, estaba muerto y la crisis se desató hasta el grado de que Díaz Redondo fue derrocado del periódico que se jacta de estar en la esquina de la información de Bucareli y Reforma.

Excélsior, es un buen punto de referencia para entender qué ocurre en Poza Rica, pero más aún, es un ejemplo de lo que no debe ocurrir con los medios, sabiendo que inevitablemente la consecuencia final será el desprestigio y la indiferencia del lector.

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