En México, sin embargo, somos hipersensibles a los comentarios nacidos del exterior.
Apenas hace unos meses, en la cadena estadounidense MSNBC, el dibujante Daryl Cagle plasmó una realidad muy triste, la bandera mexicana balaceada teniendo como víctima al águila. Se levantó un leve revuelo y un reclamo oficial que terminó en nada.
El mexicano en sí, hace muchos chistes de sí mismo y de la muerte, aplaude a Televisa que transmite y retransmite chistes ofensivos por su simpleza y por lo discrimitario, así vemos como blanco del humor a los gays (Omar Chaparro, Adrián Uribe, Gustavo Munguía), discapacitados (Los Polivoces, los Mascabrothers), indígenas (María Elena Velasco, Luis de Alba) o pobres (Víctor Trujillo, Eugenio Derbez). Nunca se queja.
Además de mexicano, que trata de reirse de no tanta simpleza, soy fan de Top Gear, un programa británico que transmite la BBC con un toque inusual de inteligencia, una producción impresionante y mucho conocimiento sobre autos...

El fin de semana, los tres, que emiten juicios personales con singular inteligencia e ironía, hablaron del primer auto deportivo mexicano, el Mastretta (¿la VAM tuvo algún deportivo?) y de paso, tocaron los manoseados estereotipos sobre México.
Veámoslo:
Que si somos flojos, gordos, que tenemos una comida grasosa, etc etc, nada que, al menos en México, sea razón para reirnos, nada que no sepamos que se dice en el exterior.
"Rubbish!", como diría Clarkson.
Quien se ofenda, definitivamente no sabe distinguir un tropezón en el humor que maneja el equipo de Top Gear, porque sabemos que no es cierto, que si acaso, nos tocó una fibra sensible para el sector que no tiene prendido su activador de autocrítica. El mexicano que se queja de esto es como la niña bonita que se pone a la defensiva porque le dijeron "fea".
Llevar la mención del estereotipo al plano diplomático es un chiste, es una ironía viniendo de un funcionario que no aparecía en el escenario político y que pide a gritos y desgarrándose el sarape, digo, las vestiduras, que nos "está ofendiendo" (a mi no).
Aquí (en México) podemos criticar con chistes estereotipados a los españoles, a los argentinos, a los gringos, a los cubanos, a los gays, a los gangosos, a los gordos,

En Inglaterra, Japón, Cuba, Estados Unidos o Argentina no están obligados a conocer a fondo nuestro desarrollo... que se burlen de lo que fuimos o somos, no nos debería afectar (a menos que seas embajador y te piquen diciéndote que no vas a hacer nada).
Es preferible tener como estereotipo al mexicano huevón ensarapado que a un narco, pero los gobiernos, por décadas (PRI y PAN), no han hecho nada para detener esa imagen que cada vez se está generalizando más, sólo porque los colombianos aún tienen ese pendón.
Ofendernos por lo dicho en Top Gear, es ponernos al nivel de los países árabes que quieren matar a un caricaturista danés Kurt Westergaard (no se ofendan árabes).

Rubbish!
¿Qué habría pasado si Jeremy Clarkson no hubiera hecho alusión al embajador mexicano?...
Seguramente el embajador mexicano en tierra británica Eduardo Medina Mora estaría muriéndose de risa tirado en su sofá tragando chips and fish (si no es que caviar y champagne)... les puedo apostar mi sarape y mi cactus... (mi comida vomitable con queso no, porque me gusta mucho)
PD: Por cierto, el Mastretta, ya tiene pedidos en Inglaterra.
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