martes, noviembre 16, 2010

Puré de manzanas

Los Beatles han llegado tarde una vez más.

Llegaron tarde a la videocasetera y al CD, llegaron tarde al DVD, llegaron tarde a la era digital y llegaron tarde a iTunes... llegaron primero a mi USB de 256 megabytes que al USB Beatle oficial.

Su llegada es bastante tardía dado que, al menos en México, la beatlemanía se ha convertido en un motivo de comercio voraz, de productos clonados e ilegalidad. En ese campo, la alianza iTunes-Beatles no es necesaria con una cuenta para comprar canciones, comprar beatles digitales es cosa de risa en un mercado que caminó muy por delante de la industria.

Además, conforme pasa el tiempo, muy lentamente se ha dregradado el "valor beatle". De ello se han encargado los mercenarios de la beatlemanía, han convertido el culto en piratería barata, pero el ataque al "valor beatle" también lo ha atacado la misma la industria oficial, que contribuye precisamente a que lo pirata invada a los fans.

Para quien está cerca del mercenarismo de la beatlemanía mexicana, puede ver que existen fans de todos colores, fans de hueso colorado (aunque debería decir de Submarino Amarillo) que adoran al grupo y lo ubican como el objeto de su admiración, los hay divos, que creen que el cuarteto de Liverpool existió sólo para ellos, pero también hay comerciantes que degradan la figura de los músicos vendiendo el nombre Beatle en cuanta cosa existe con un poco de serigrafía, músicos que tocan lo ya establecido o conferencistas de copypaste. Son tuertos en un reino de ciegos.

Por eso, un festival beatlemaniaco, particularmente el de México (qué este bloguero guapachoso y tropical vio de cerca), se llena de egos muy lejanos a Liverpool y es en realidad un tianguis donde fans y no fans pueden localizar, sólo vía pirata, piezas extraídas de las mismas consolas de Abbey Road o pueden comprar mediante el talento de algún conocer de formatos, los segmentos independientes de sonido extraídos de alguna pieza 5.1.

Pero, también hay videos infumables con defectos, ropa de mala calidad y peor arte, lo mismo veremos incluso en artesanías. La calidad es de mala a peor y además es "no oficial". Así pasa también con agrupaciones musicales de mediana talla que optan por hacer un "reconocimiento" tocando piezas beatles, pero, en un "homenaje" falaz, no lo hacen gratis.

Como en todo caso de piratería, no es culpa de la cultura del agandalle o la necesidad de lucrar con una afición, mucha de esa culpa la ha tenido la industria, que hoy sigue poniendo productos en el mercado con precios inalcanzables. Tan voraces como los piratas.

La misma industria que vende una y otra vez los mismos éxitos, los discos, las imágenes, el arte multirecontrarremasterizado, el arte de los 60 relacionado con Los Beatles... dirían muchos "y así"...

De ahí que un anuncio como el de hoy, donde Apple Inc. se toma de la mano con Apple Corps llega muy tarde e igual que sus productos, vendiendo la canciones del cuarteto de Liverpool a un costo mayor que en los estándares.

Precisamente los precios altos son los que dejan a los piratas un nicho perfecto para invadir con baja calidad a bajo costo.

Nadie le dijo a EMI o a la misma empresa beatle que sus piezas son muy fácil de copiar de un CD, trasladar vía web o algún otro dispositivo digital, nadie les ha dicho que el material oficial no puede venderse más de dos veces a quien ya lo tiene y peor, parece que nadie les dice que entre los fans hay decenas, si no es que cientos de volúmenes que contienen piezas alternativas de Los Beatles de todos sus discos, piezas únicas que Apple nunca puso a la venta.

El abuso de la gran industria ha detonado una baja calidad en el culto, provocando a su vez que ese abuso caiga en escalas de abusivos menores.

La nota de las Apple es por mucho una gran información de carácter financero, hay millones de dólares danzando, se zanja el pleito por el nombre de las manzanas, pero para el fan beatle no es una gran noticia, realmente no le interesa porque ya tiene todo oficial o extraoficial.
Por el lado de la empresa de computadoras (Apple Inc.), qué se puede decir, es la gran pieza que le hacía falta a su rompecabezas llamado iTunes... otra vez se salió con la suya Steve Jobs y eso también dice mucho de cómo Apple Corps tuvo que ceder muy tarde mientras la multinacional de Cupertino esperó agazapada...

En primera persona
Confieso que tengo LPs de Los Beatles, compré casets, compré casi todos los CDs oficiales, DVDs del grupo y de John, Paul, George y Ringo independientes, además hay en mis archivos infinidad de piezas no oficiales y libros autorizados y no tanto, pero como fan, sería incapaz de lucrar con el conocimiento o lo que no es mío, por eso es preciso reclamar a la industria oficial que no siempre pensó en el fan, que dejó en los mercenarios esa tarea que venden en lo "no oficial".

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